Esta cifra equivale a un descenso del 40% en comparación con las ganancias del ejercicio precedente. Las ventas netas de la empresa dueña de marcas como Vans, Timberland o The North Face fue de 7.578,5 millones de euros, un 11,9% menos.
Por segmentos de negocio, la división de productos textiles urbanos se redujo un 11%, hasta 3.385,8 millones, mientras que la división de ropa para actividades al aire libre facturó 3.413,1 millones de euros, un 15% menos. Las ventas de ropa especializada para trabajar aumentaron un 7%, hasta 775,7 millones.
El coste de los productos vendidos en el año fiscal fue de 3.585,3 millones de euros, un 6,8% menos; mientras que los gastos de venta, generales y administrativos alcanzaron los 3.478 millones de euros, también un -6,8%. Únicamente en el cuarto trimestre del año fiscal, la empresa volvió a beneficios, al registrar 73,4 millones, en comparación con las pérdidas netas de 396,9 millones del mismo periodo del año pasado, debido al impacto de la pandemia. De su lado, las ventas netas crecieron un 22,8%, hasta 2.118,6 millones de euros.