La asociación de referencia del retail catalán inicia el año con la incorporación de dos nuevas cadenas de retail, la joyería Fina García y el grupo de restauración Nomo.
Fina García nace en 1988 en Barcelona, de la mano de Fina García, hoy madre de cuatro hijos y abuela de ocho nietos, una apasionada de las joyas que detectó que no había tiendas de joyería con diseños especiales y atractivos a precios asequibles. Así fue como nació el concepto de la marca, que abrió su primera tienda en la calle Provenza de Barcelona, y que enseguida se convirtió en la joyería de referencia en el barrio, principalmente por el trato próximo y familiar. Hoy en día la firma está especializada en el asesoramiento de alianzas de bodas y anillos de compromiso.
La empresa, regentada por la segunda generación con cuatro hermanos, está capitaneada por Francesc Casanovas y cuenta con una red de 22 establecimientos repartidos por todo el territorio español, con presencia en centros comerciales y en calle, cerró 2022 con una facturación de 13,5M€ y una plantilla de 100 joyeras, y para este 2023 tienen previsto invertir en la renovación de los puntos de venta, así como en la inauguración de una joyería en una zona comercial Premium.
Fina García quiere aportar también su granito de arena en la mejora del planeta, por este motivo, ya en 2020 lanzaron la colección de Diamantes Creados, los cuales tienen un proceso de producción medioambientalmente más sostenible que los naturales. Para Francesc Casanovas, formar parte de Comertia supone “poder colaborar con otras empresas asociadas para compartir experiencias y dinamizar el retail de aquí.”
Por su parte, la trayectoria empresarial de Grupo Nomo nace de la ilusión de una familia de jóvenes emprendedores que en 2007 decidieron crear un nuevo concepto de restaurantes japoneses. El proyecto ve la luz con la apertura del primer restaurante Nomo Gracia, un concepto fresco e innovador, diferente a lo que existía hasta aquel momento.
Actualmente, el grupo cuenta con diez establecimientos, tres restaurantes en Barcelona: Nomo Gracia, Nomo Galvany y Nomo Sarriá; tres en la Costa Brava: Faro Nomo (ubicado al Faro de San Sebastián de Llafranc), el Restaurante Nomo Mar (situado en el Paseo Marítimo de Llafranc) y Nomo Náutico (situado en el club Náutico de Sant Feliu de Guíxols). Un Nomo en Girona (situado a Jardines de la Merced) y otro más en Madrid (Nomo Braganza). Y el grupo cuenta también con una línea de take away y delivery en Barcelona y Madrid: Nomomoto. Todos ellos comparten los criterios esenciales de punto de partida del grupo: la innovación continuada, un servicio cuidadoso y la apuesta por la calidad a un precio equilibrado. La compañía cerró 2022 con 15M€ de facturación, 198 personas en plantilla, y tiene previsto abrir dos nuevos locales este año, uno en Barcelona y otro en Madrid.
Grupo Nomo destaca también por su marcado carácter social, colaborando con diferentes instituciones y organizaciones benéficas, como por ejemplo San Juan de Dios, Nasco Feeding Minds o el Centro Kàlida. Así mismo, tiene una política de sostenibilidad que se ve reflejada en productos de su carta como los de pesca sostenible, o en el uso de un packaging en la línea de take away 100% biodegradable.
Sobre su incorporación a Comertia, el CEO y cofundador Borja Molina-Martell, afirma que “valoramos mucho la empresa familiar catalana, porque la hemos vivido desde pequeños en casa. Somos la primera generación de nuestro negocio: Nomo, y nos gustaría continuar siendo una empresa familiar en el futuro, por eso nos sumamos a Comertia, para conocer otras empresas como nosotros, de las que podamos aprender diferentes dinámicas y maneras de hacer perdurar nuestra empresa en el tiempo.”