El estudio de arquitectura Ingravitto será el encargado del proyecto de ampliación y transformación de la actual sede de la joyería Abrines, en Sevilla.
Esta reconocida marca de lujo en la ciudad, ocupa desde hace tres generaciones un edificio regionalista propiedad de la familia que fue diseñado por el arquitecto sevillano Juan Talavera, sito en la calle Tetuán, en la milla de oro comercial de la capital hispalense.
Las obras están siendo dirigidas por Raúl Tinoco e Hilario García, quienes en su 20 aniversario como profesionales celebran esta actuación por la que la prestigiosa firma pasará a convertirse en la mayor joyería de Andalucía, con 650 metros cuadrados. Además, Ingravitto ha incorporado como interiorista a Pablo Baruc.
"No se trata únicamente de una ampliación de superficie, se trata de aplicar y adaptarse a las nuevas formas de venta y atención que el actual cliente demanda", explica el arquitecto proyectista Hilario García, quien ha apuntado que para conseguir este objetivo el diseño lleva aparejado un nuevo concepto de distribución de espacios, de zonificación y de accesos.
Mejorando la experiencia de cliente
El proyecto contempla una primera zona abierta, permeable, con escaparates que muestren los productos de la joyería "de forma dinámica, artística y casi escultórica", y en donde se recibirá al cliente a pie de calle. A través de un gran hueco enmarcado por piedra natural, se accederá a un segundo espacio más íntimo, de atención personalizada, en el que se romperá la barrera del mostrador tradicional, describen desde Ingravitto.
Otro punto diferencial consiste en una gran isla central organizadora del espacio interior, complementada con espacios circundantes de atención personalizada, a modo de satélites perimetrales, con un diseño de mobiliario de alta calidad y de máximo detalle y con reservados en planta alta. "Todo esto permitirá ofrecer una experiencia de usuario mucho más completa, exclusiva y acogedora, atendiendo a parámetros de interacción entre cliente y dependiente mucho más cuidados", explican los arquitectos.
En pos de la optimización de espacios y una completa visibilidad de las piezas de joyería, se están utilizando diferentes texturas en el suelo para identificar áreas; materiales nobles en expositores y paredes e iluminación directa e indirecta para dar protagonismo al producto.
De acuerdo con su filosofía medioambiental, el estudio de arquitectura ha elegido materiales ecológicos, con baja emisión de CO2 en su producción, y siempre basados en conceptos de economía circular. En este sentido, Raúl Tinoco, CEO de Ingravitto, apunta que "todos los materiales empleados podrán tener una segunda vida cuando acabe su razón de uso en la joyería, incorporándose de nuevo al ciclo productivo".
Asimismo, Ingravitto va a utilizar sistemas eficientes de climatización e iluminación que, además, podrán controlarse de forma domótica.