Kering, propietaria de marcas como Gucci y Saint Laurent, pagará 1.300 millones de euros por un activo que cuenta con 11.800 metros cuadrados de espacio en el distrito comercial de alta gama 'Quadrilatero della Moda' de Milán. El edificio del siglo XVIII se distribuye en cinco plantas e incluye 5.000 metros cuadrados de espacio comercial. El activo está alquilado a Saint Laurent, Prada y la pastelería Cova.
El vendedor es Blackstone Property Partners Europe, que compró el activo en 2021 como parte de un paquete de 14 inmuebles de oficinas y locales comerciales vendidos por Reale Compagnia Italiana. En aquel momento, Blackstone pagó por la cartera aproximadamente la misma cantidad que recibe ahora por uno solo de los activos. La cartera también incluía otros activos en el centro de la ciudad, como piazza Repubblica, via Turati, via Verdi y via Vincenzo Monti.
En un comunicado, Kering dijo que la operación forma parte de su estrategia inmobiliaria destinada a asegurar "ubicaciones muy prestigiosas y codiciadas para sus Maisons". El grupo de lujo sigue centrado "en la gestión proactiva de su cartera inmobiliaria con el objetivo a corto y medio plazo de mantener una participación en sus activos primarios junto con coinversores en vehículos dedicados", añadieron.
"Esta operación representa un gran resultado para nuestros inversores y demuestra la extraordinaria demanda inversora de inmuebles de alta calidad en los mercados más sólidos", comentó James Seppala, responsable de Real Estate Europe en Blackstone.
Se espera que la operación se cierre en julio de 2024.
Kryalos ha actuado como asesor de Blackstone. El fondo también contó con la ayuda de BNP Paribas, Barclays, Eastdil Secured, JP Morgan Securities, RBC Capital Markets y SMBC Nikko Capital Markets.
En enero de este año, el conglomerado de lujo francés ya había comprado un inmueble de 10.700 metros cuadrados en la Quinta Avenida de Nueva York por 885 millones de euros para instalar una de las marcas de su cartera. El edificio comercial alberga actualmente las tiendas de Giorgio Armani y Dolce & Gabbana, que serán trasladadas a otras ubicaciones de la ciudad. Se convierte así en el segundo establecimiento del conglomerado de lujo en la famosa calle neoyorquina, junto con la tienda de Gucci situada en la Trump Tower.