¿Cómo describiría la situación económica actual de España en comparación con el entorno europeo y mundial?
Ignacio de la Torre: En 2025, España se encuentra en una situación positiva, con un crecimiento superior al de la zona euro y Estados Unidos. El aumento es diversificado, basado no solo en el consumo, sino también en la inversión, la construcción, el turismo y las exportaciones de servicios no turísticos.
¿Cuáles son los principales factores macroeconómicos que influyen en el consumo en España en 2025? ¿Cómo le afecta la inflación y la política de tipos de interés?
I.T: El desempleo se encuentra en niveles no vistos desde 2008 y los salarios crecen por encima de la inflación. Estos son elementos clave para entender la evolución del consumo. Los tipos de interés más bajos también ayudan, aunque son más importantes en la compra de viviendas.
En cuanto a las tendencias de empleo e ingresos, ¿el crecimiento de la «cantidad» de personas que componen la población activa se traduce en una mejora sustancial para el sector minorista?
I.T: El aumento del empleo es un factor positivo para el sector minorista, ya que implica una mayor base de clientes potenciales. El problema del mayor crecimiento en términos cuantitativos es que, aunque las cifras para el conjunto de España son muy positivas, si las analizamos per cápita, las cifras son mucho más moderadas.
¿Qué riesgos específicos ve en 2025 para el consumo y el comercio debido a la tensión internacional?
I.T: El gasto de los consumidores depende de la confianza de estos en la situación económica. El índice de confianza de los consumidores se encuentra actualmente en niveles históricos medios, ya que se está recuperando del impacto de la COVID-19 y la guerra en Ucrania. En cuanto a los riesgos futuros para el consumo, estos provienen principalmente de perturbaciones externas. Una posible crisis de deuda soberana en Estados Unidos o Francia que se extienda a otros países, o un deterioro general de la confianza si Trump vuelve a atacar a Europa con aranceles o si la actitud beligerante de Rusia aumenta sustancialmente la incertidumbre. Por el momento, consideramos que se trata de un riesgo limitado, pero creciente.
¿Ve algún cambio estructural en las cadenas de suministro minoristas españolas impulsado por la situación geopolítica actual?
I.T: En un contexto en el que Estados Unidos sigue limitando la llegada de productos chinos, esta producción podría trasladarse a Europa, inundando el mercado europeo con productos y, por lo tanto, bajando los precios.
"La exposición de España a los aranceles estadounidenses es menor que la del resto de Europa, lo que la hace menos vulnerable".
¿Qué mercados y segmentos podrían verse más afectados por una escalada internacional?
I.T: El sector energético ha mostrado una notable moderación en los últimos años, a pesar de las tensiones en Ucrania y Gaza. En el contexto de una posible tregua en Ucrania, podríamos incluso observar una moderación en los precios del gas. No vemos presiones inflacionistas excesivas en Europa, sino más bien todo lo contrario, dado el modesto nivel de crecimiento.
¿La resiliencia del comercio minorista español se basa más en la innovación operativa, la calidad del crecimiento económico o la fortaleza del consumo interno?
I.T: Entiendo que es una combinación de los tres elementos. El comercio minorista es un sector competitivo que se está beneficiando del auge económico interno, junto con la evolución positiva del turismo, que sigue alcanzando nuevos máximos históricos año tras año.
¿Cómo puede la inteligencia artificial convertirse en un motor de crecimiento en un contexto de bajo potencial de crecimiento? ¿Cómo cree que la IA transformará un sector como el minorista?
I.T: La IA puede mejorar la experiencia del cliente y optimizar la gestión interna. Permite ofrecer recomendaciones personalizadas y utilizar chatbots que ofrecen un servicio de atención al cliente continuo, lo que aumenta las ventas y la fidelidad. En las operaciones, la IA predice con precisión la demanda, optimiza los inventarios y mejora la cadena de suministro, reduciendo los costes. También impulsa la fijación dinámica de precios, ajustándolos en función de la competencia y la demanda. Por último, elementos como los agentes pueden suponer un cambio radical para el sector.
¿Qué mensaje transmitiría a los gestores de activos y a los operadores de centros comerciales sobre cómo afrontar la incertidumbre en 2025?
I.T: El crecimiento en España seguirá siendo sostenible y los riesgos serán limitados. Este escenario se basa en una evolución positiva del consumo y la inversión, respaldada por unos tipos de interés razonables; en el turismo, que, a pesar de experimentar cierta moderación, seguirá contribuyendo a un crecimiento significativo; en las exportaciones de bienes, favorecidas por la esperada recuperación en Europa; y en las exportaciones de servicios no turísticos, que mantendrán la tendencia positiva observada en los últimos años. Además, aunque no generarán un impulso excesivo, los fondos europeos contribuirán al crecimiento. El riesgo arancelario no es significativo y el buen comportamiento del déficit público en 2025 no supondrá un obstáculo importante para el crecimiento futuro, ya que no es necesaria una corrección drástica.
¿Está España mejor preparada que otros países europeos para afrontar futuras crisis económicas y geopolíticas?
I.T: La exposición de España a los aranceles estadounidenses es menor que la del resto de Europa, lo que la hace menos vulnerable. La economía se encuentra en bastante buena forma, con una deuda privada en niveles muy razonables y un notable superávit exterior. Esto significa que España exporta más capital al resto del mundo del que recibe, y refleja el hecho de que la economía está creciendo mientras ahorra, gracias al sector privado, lo que contribuye a la sostenibilidad del crecimiento. A nivel geopolítico, la guerra en Oriente Medio está obligando a reorientar el turismo, lo que beneficia a algunos países mediterráneos, entre ellos España, como ocurrió durante la Primavera Árabe.