María Luisa Gutiérrez, presidenta de la Asociación Estatal de Productoras de Cine Independiente (AECINE) y CEO de Bowfinger International Pictures, responsable, entre otras, de la saga Padre no hay más que uno, destaca cómo el cine es Marca España que devuelve mucho más al Estado de lo que este pueda invertir en él. Aboga por crear un equilibrio entre la exhibición en salas y en las plataformas.
¿Cuánto esperan que se incremente la producción audiovisual española durante 2024?
María Luisa Gutiérrez: No tenemos datos. Lo que sí que podemos decir es que la producción cinematográfica, si bien ha crecido muchísimo en los últimos años, ha tenido una caída brutal de los presupuestos medios para hacer una película. Y esto no es positivo sino todo lo contrario. Nos vemos obligados a hacer películas pequeñas que compiten con grandes presupuestos internacionales.
¿Cómo ha afectado la llegada de las distintas plataformas para el impulso de la producción?
M.L.G.: Si antes había tres empresas en España que apostaban por la producción cinematográfica, con la llegada de las plataformas tenemos dos inversores importantes más. Deberían de ser cuatro, pero la realidad es que por películas cinematográficas solo están apostando Netflix y Prime Video (más allá de Movistar que ya estaba establecida y las televisiones en abierto). Por supuesto, luego hay pequeñas plataformas, pero hablo de las grandes.
En lo que tiene que ver con la distribución, ¿cuál podría ser el futuro en lo que respecta a compaginar el tiempo en el que una película se exhibe en salas y llega a las plataformas?
M.L.G.: Desde AECINE somos partidarios de regular en la Ley de Cine una ventana en salas. Por supuesto, a cambio de que las salas apuesten por nuestro cine. Por programarlo y por promocionarlo. Creemos firmemente que la ventana de cine da valor a las siguientes ventanas. Si el consumidor se acostumbra a tener las películas en el salón de su casa a los pocos días de su lanzamiento en cine, espera para verla en la plataforma. Y algo que, a día de hoy, puede ser positivo para la plataforma (porque el ruido promocional que se hace para el lanzamiento en cine, de alguna manera lo recoge la plataforma), puede ser inexistente mañana. ¿Quién va a hacer grandes apuestas promocionales de lanzamiento en cines si no se recoge suficiente para pagarlas? En definitiva, tenemos bastante claro que apostar y regular la ventana de cine, así como las apuestas de las salas de cine por promocionar cine en general y nuestro cine en particular, sería algo positivo para todos.
"Todos los países del mundo subvencionan su
cine porque saben que es la forma de garantizar
la diversidad del mismo"
¿Qué papel van a seguir teniendo los centros comerciales en el consumo del cine?
M.L.G.: Muy importante. El cine es una opción de ocio desde hace muchos años que, normalmente, va unida a otros complementos (hamburguesa, cena, compras…). Las multi salas atraen a espectadores que terminan consumiendo en otras tiendas o restaurantes del centro comercial y los centros comerciales son una multiopción de ocio que beneficia al “plan de cine”. Se retroalimentan perfectamente.
Sin embargo, desde AECINE creemos que debería haber una autorregulación de las salas de cine para que en un mismo complejo no exista más de un porcentaje de exhibición X con la misma película. Con esta autoregulación se conseguiría más variedad de producciones que atraerían a público distinto. Hoy en día el título más comercial suele acaparar pases hasta cada 10 minutos (si una película dura 90 minutos, ese título estaría ocupando nueves salas que no pueden dedicarse a otros títulos-públicos distintos) y, estamos plenamente convencidos, que esta sobreexhibición de un título a corto plazo funciona con esa película, pero, a largo plazo, echa de la sala al espectador diferente que busca otras alternativas de cine y es un revulsivo para acudir al centro comercial. Además, estamos plenamente convencidos que si en lugar de programarla cada 10 minutos, la programaran cada 30, tampoco la película perdería ni un espectador y en lugar de ocupar nueve salas en esos 90 minutos, ocuparía tres.
¿Tienen los centros comerciales potencial para organizar pequeños festivales de producción de mayor proximidad o de cortos?
M.L.G.: Esa sería una muy buena iniciativa. Es importante acercar al espectador a toda la variedad de producción cinematográfica que existe en España.
"Los centros comerciales son una multiopción
de ocio que beneficia al 'plan de cine'.
Se retroalimentan perfectamente"
¿Cómo perciben las dudas que siempre se lanzan respecto a las subvenciones destinadas a la producción cinematográfica?
M.L.G.: Pues que hay mucha desinformación por parte de “los informantes” y crean corrientes de opinión en contra de una industria que genera un montón de puestos de trabajo de calidad y que es muy reconocida a nivel internacional a pesar de nuestros presupuestos mediocres comparados con los de otros países. No digo ya comparado con las superproducciones de Estados Unidos, sino dentro de la propia Unión Europea. El cine, además de industria, es cultura de nuestro país, es un expositor de nuestras costumbres, nuestra arquitectura, nuestras playas… Es Marca España. Claro que está subvencionado. Todos los países del mundo subvencionan su cine porque saben que es la forma de garantizar la diversidad del mismo y saben el retorno tan grande que el Estado tiene de esa inversión. No solo porque cada una de las películas que se hacen generan puestos de trabajo, cotizaciones a la Seguridad Social, etc., sino porque colocan, en nuestro caso, a España en mercados internacionales de forma muy destacada. Igual lo hace la danza, el teatro, la literatura, etc. Si alguien piensa que el cine recibe del Estado más de lo que da, se equivoca. Y eso nunca lo dicen.
¿Cuáles son los retos que sigue manteniendo la producción nacional e independiente a la hora de competir con grandes producciones extranjeras?
M.L.G.: Podemos competir en igualdad de condiciones en talento. Nos sobra creatividad en este país. Sin embargo, tenemos verdaderos problemas para competir con ellos en lanzamientos promocionales. Ellos tienen todo el mundo para recuperar esas inversiones y nos hace muy difícil competir con ellos en ficción, acción, fantasía, animación… Donde ellos pueden hacer planos generales llenos de efectos digitales, o romper cinco coches hasta rodar la buena, nosotros tenemos que irnos a planos cortos porque el dinero no da para más e ir a toma única porque solo hay un coche para romper.