El director general de Bogaris Retail, Javier Marín, explica cómo el retail se ha convertido en un gran generador de empleo y la evolución que ha tenido el sector en los últimos años, especialmente tras la pandemia.
Bogaris lleva más de 20 años desarrollando proyectos bajo el formato de parque comercial en la Península, ¿qué balance hace de estas dos décadas de trabajo?
Javier Marín: Han sido dos décadas apasionantes. En Bogaris hemos sido capaces de poner en marcha más de 1.600.000 metros cuadrados y hemos generado más de 9.000 puestos de trabajo directo, y todo ello disfrutando de un ambiente laboral entrañable. Sin duda nuestro mayor logro ha sido el equipo humano que conformamos.
Es evidente que Bogaris tiene una fuerte presencia dentro del sector retail en España, ¿cuáles son las características que destacaría de este país para tenerlo como base del área?
J.M: España disfruta de múltiples ventajas. No son tantos los países estables en el mundo que disfrutan de seguridad jurídica y cohesión social. Esta última es imprescindible por múltiples razones. Y a todo esto tenemos que añadir nuestro clima, gastronomía, playas, diversidad cultural… Creo que no puedo pretender hacer en unas frases un resumen exhaustivo de las virtudes de nuestro país.
La pandemia ha supuesto un cambio radical en múltiples ámbitos de nuestra vida. Uno de ellos ha sido, sin duda, la forma en que los consumidores afrontan su proceso de compra. ¿Cómo afronta Bogaris esos cambios a la hora de poner en marcha un proyecto de centro comercial?
J.M: La pandemia aceleró la venta electrónica, y esto sembró de dudas la venta física tradicional. Desde Bogaris siempre estuvimos convencidos de que todo análisis radical de cambio adolecía de la consideración psicológica humana. La tienda física y la compra tradicional nunca dejará de existir porque responde a muchas necesidades emocionales del ser humano. Y atender a estas necesidades sí que es el gran reto de los centros comerciales, parques comerciales o comercio tradicional.
En los últimos tiempos, la preocupación de consumidores y usuarios por la sostenibilidad, la reducción de huella de carbono y la trazabilidad de los productos que se compran se ha disparado. ¿En qué medida han supuesto una transformación interna en la empresa a la hora de afrontar nuevos proyectos?
J.M: En esta materia cobra especial significado el viejo refrán de “hechos son amores y no buenas intenciones”. En Bogaris hemos sido pioneros en el desarrollo de energías renovables cuando no tenían ni este nombre, todos nuestros proyectos comerciales siempre disfrutaron de un equipo que desde la conceptualización de los proyectos analizaba qué podíamos hacer para favorecer la integración medio ambiental de nuestros proyectos, buscando un desarrollo vanguardista, que no solo implementara medidas en el tratamiento de las aguas, las zonas verdes o las técnicas de construcción, sino que ya hace dos décadas buscábamos la integración cultural y de mejora social en el entorno en el que nos implementábamos. Estos proyectos ofrecen un enorme potencial de mejora en el entorno en el que se implementan, siempre que desde su conceptualización se tenga en cuenta este parámetro como un elemento de valor añadido.
En la actualidad, se habla de que los centros comerciales no son solo espacios para comprar, se han convertido también en lugares de convivencia y esparcimiento familiar, ¿hacia dónde se encamina el sector en este sentido?
J.M: Justo a esto me refería en mi respuesta anterior. Nuestro Centro Comercial de Almería nos permitió poner en marcha una pasarela de moda inclusiva, donde los modelos de las grandes firmas se nutrían no solo de grandes profesionales de referencia sino de vecinos del entorno, jóvenes de toda condición, raza, con diversidad funcional, etc.
Las iniciativas culturales de este proyecto, permitió la producción de obras audiovisuales premiadas en los Goya y producida por jóvenes locales con muchísimo talento, lanzamiento de una escritora joven de la provincia, conceder visibilidad a iniciativas musicales de vanguardia juvenil como el Trap o el Rap, etc.
De entre las muchas inversiones que ha realizado Bogaris en este sector en la Península, ¿cuáles han sido las más destacadas o de las que se siente más orgulloso?
J.M: No solo debemos destacar este sector como un gran generador de empleo, sino que también debe señalarse la calidad de este empleo, el cumplimiento estricto del marco laboral. En definitiva, la industrialización de este sector de servicios, saliendo de la precariedad y del mercado irregular, situación que tanto hemos envidiado en el pasado respecto a países centro europeos.
Por algún motivo socialmente inexplicable, produce rechazo la gran empresa de distribución, cuando las condiciones laborales en estas compañías son siempre impecables y de estricto cumplimiento del marco normativo. No debemos confundir gran operador con ausencia de equidistribución de la riqueza, que tienen otros mecanismos fiscales y mercantiles.