La Asociación para la Gestión del Residuo Textil y el Calzado, con miembros como Decathlon, El Corte Inglés, H&M, IKEA, Inditex, KIABI, Mango, Primark, Sprinter/JD y Tendam, ha presentado RE-VISTE, el nuevo nombre bajo el cual operará el Sistema Colectivo de Responsabilidad Ampliada del Productor (SCRAP). El anuncio se hizo en un encuentro en la Real Fábrica de Tapices, donde se discutieron las oportunidades y desafíos de este sistema de gestión circular en España.
El Comité de Seguimiento, formado por el Grupo de Trabajo del Residuo Textil de la FEMP y RE-VISTE, supervisará el proyecto en seis municipios representativos, abarcando entornos urbanos, rurales y semiurbanos con una población total aproximada de 300.000 habitantes. Esta prueba piloto, que comenzará en 2025, evaluará la efectividad y operatividad del sistema.
Alejandro Dorado, comisionado para la Economía Circular del Ministerio para la Transición Ecológica y el Reto Demográfico, ha destacado la importancia del sector textil, que representa el 3% del PIB nacional, el 8% de las importaciones y genera 15,000 millones de euros en facturación. "Con la creación de RE-VISTE estáis demostrando una capacidad increíble para unir a diferentes actores y dejar la puerta abierta a nuevos para esa transformación del sector,” ha afirmado Dorado.
Juan Ramón Meléndez, director general de RE-VISTE, ha resaltado que desde su fundación en 2023, el objetivo ha sido facilitar la transición hacia un modelo más eficaz en la gestión de residuos textiles y de calzado. "Este proyecto piloto es un paso importante para trabajar juntos en la creación de un sistema eficiente y sostenible que permita una correcta recogida de textiles y calzado, en línea con los desafíos regulatorios y la demanda de la sociedad", ha señalado Meléndez.
Marta Gómez Palenque, directora general de Calidad y Evaluación Ambiental del MITECO, ha asegurado que el SCRAP es una herramienta clave para avanzar hacia la circularidad y una gestión responsable: "El sector necesita el compromiso y la colaboración de muchos actores: los productores, los ayuntamientos, entidades locales, los recicladores y finalmente, los consumidores".
Por su parte, Cristina Montalvá Medina, directora general de Igualdad y Políticas Locales de la FEMP, ha subrayado la importancia de crear un sistema de calidad que se adapte a las necesidades específicas de cada ayuntamiento, facilitando a los ciudadanos un servicio de recogida eficiente.
El proyecto piloto contempla diversas opciones para la recogida de textiles, incluyendo la instalación de contenedores específicos en la vía pública y puntos limpios municipales, así como puntos de recogida en espacios privados como centros comerciales y tiendas. Los textiles recogidos serán transportados a plantas de clasificación, donde se evaluarán y clasificarán para su reutilización o reciclaje. La duración mínima del piloto será de un año, tras el cual se elaborará una guía de recomendaciones basada en las buenas prácticas identificadas. "El sistema que estamos creando no solo facilitará la gestión de textiles, sino que también promoverá un modelo sostenible que involucre a todos los actores de la cadena de valor", ha concluido Meléndez.