El espacio físico, a nivel de centros comerciales y de retail en general, se está reinventando y transformándose en un modelo más experiencial, en el que se unen el entorno físico y digital y en el que la tecnología juega un papel muy importante.
La transformación digital permite la optimización de procesos, mejorar la rentabilidad de los espacios comerciales y conocer el comportamiento del cliente en ellos, clave fundamental para los centros y retailers, puesto que ayuda a conectar con el cliente y mejorar su experiencia de visita, que es lo que lo hace realmente diferenciador frente a la frialdad de una compra online.
Dentro de estos procesos de transformación, el digital signage está teniendo un importante papel. Comunicar en función del sexo, la edad e incluso de las preferencias del usuario, ya no es algo que solo se pueda hacer en un contexto online.
El mayor conocimiento del comportamiento del cliente, que permiten las nuevas tecnologías, hace que las campañas en entornos físicos sean más contextualizadas, en tiempo real, hipersegmentadas, multipantalla y omnicanal.
Ello, unido al importante papel de los contenidos, que aportan la parte emocional a la tecnología, supone una mejora de la experiencia de compra y engagement, así como mayor tiempo de permanencia en el centro.
Por otro lado, la digitalización proporciona a los centros herramientas para convertirlos en entornos seguros y más higiénicos. Calidad del aire, afluencias, aforos, flujos de tráfico, optimización de espacios… El IoT jugará un papel fundamental en esto, igual que muchas otras herramientas innovadoras que los centros irán poniendo al servicio de sus retailers para conseguir entre todos que siga siendo un entorno generador de tráfico y de experiencias.