El retail es un sector fundamental en la vertebración de las ciudades. Atrae a visitantes y compradores y, por ello, condiciona el crecimiento, reordenación y rehabilitación de estas, a la vez que cumple una función económica y social muy relevante.
Mientras que nuestra sociedad evoluciona, también lo hacen los servicios y cómo queremos acceder a ellos. Y un ejemplo tangible de esto es el auge de los usos mixtos. Estos integran en un mismo espacio servicios comerciales, residenciales, culturales, recreativos o incluso de oficinas, permitiendo que el usuario cuente con una oferta más variada y accesible a su alcance, mientras que para los inversores representa contar con activos más eficientes en términos de recursos y de espacio.
Sin duda, la combinación de usos mixtos en los centros comerciales beneficia a su potencial y supone una gran solución para la regeneración urbana, ya que promocionan espacios flexibles modernos, sostenibles, funcionales y atractivos.
Este atractivo reside en una oferta innovadora y donde la experiencia del usuario toma mayor protagonismo, no solo desde el ámbito de la propuesta de servicios sino de la propia arquitectura y diseños de los activos.
De la misma forma, la evolución del retail en la creación de complejos de usos mixtos también ha comportado su progreso en materia de sostenibilidad, lo que contribuye a aportar áreas y complejos más modernos y comprometidos con la sociedad. Un verdadero rejuvenecimiento de estos puntos de encuentro y centros neurálgicos de gran parte de las actividades que hacemos en nuestro día a día.