Ahora que el retail está experimentando grandes cambios, como la búsqueda de proximidad, la necesidad consumir con sentido y la omnicanalidad, debemos tener en cuenta que estos cambios deben responder a las aspiraciones de nuestros clientes. Tenemos que romper con la diferencia entre el comercio físico y online.
Cuando el 75% de la población dice haber cambiado su forma de comprar y afirma estar preocupado por el consumo responsable, los retailers debemos encontrar soluciones para adaptarnos a estos retos poniendo en marcha estrategias de desarrollo racional y siempre omnicanales.
En las tiendas físicas, esto significa replantear nuestro concepto del punto de venta, desarrollar nuevos formatos locales y adaptar la oferta a los clientes de la zona de influencia.
También tenemos que hacer vivir la omnicanalidad en nuestro modelo, con el desarrollo del click&collect, por ejemplo, o con la instalación de terminales interactivos para ofrecer nuestros productos en un espacio más reducido. Y, por último, adaptarnos al cambio, creando showrooms y transformando nuestras tiendas en espacios de experiencia, inspiradora y vivas.
Tenemos que considerar todos los puntos de contacto con el cliente como una única experiencia, global y coherente.
Como retailers, tenemos que estar al servicio de nuestra marca demostrando todo lo que somos capaces de hacer y aportarle valor. Para empezar, tenemos que estar abiertos al cambio, porque nuestro ecosistema cambia. Y, sin duda, la construcción y la transformación de nuestros modelos se hará de la mano de nuestros clientes, partner y equipos. Tenemos que estar preparados y ser agiles para construir juntos el retail de mañana.