La digitalización del sector, los nuevos hábitos de consumo, la especialización, la gran apuesta por la restauración y el ocio o la necesidad de convertir los centros comerciales en puntos de encuentro, han sido algunos de los aspectos clave en 2018 y en los que tenemos que seguir trabajando para que este año sea tan positivo como el que acaba de terminar.
Los centros comerciales siguen siendo un sector con importantes oportunidades de crecimiento ya que el espacio físico sigue siendo imprescindible para continuar generando experiencias e interactuando con el cliente, y, por tanto, contribuir así a su fidelización.
Si los centros comerciales quieren seguir siendo atractivos para el consumidor, deben de tener una personalidad propia, integrar elementos diferenciadores y ofrecer productos y servicios más adaptados al consumidor y conectar con sus hábitos y formas de vida. Otro de los elementos clave para ofrecer una experiencia de compra diferente, es diseñar un espacio muy innovador y creativo, con las últimas tendencias tecnológicas y teniendo muy en cuenta criterios de sostenibilidad.
Con estas tendencias como punto de partida, los centros comerciales tienen la oportunidad de convertirse en mucho más que espacios de compra, tienen la oportunidad de convertirse en lugares de conexión para toda la familia.