Nuestras ciudades, que pueden considerarse macro-proyectos de usos mixtos, tienen plazas de mercado, bases y ejes comerciales, así como puertos comerciales que se adaptan gradualmente a las evoluciones. La integración del retail en proyectos de usos mixtos va más allá de la oferta de productos, proporcionando un "cosido" urbano y entre individuos que fomenta la actividad social y económica buscando la complementariedad entre los diversos usos. Es un conjunto de sinergias que revitaliza las áreas urbanas al combinar tiendas con oficinas, viviendas y espacios de ocio, manteniendo la vitalidad del entorno urbano a lo largo de todas las horas y los días de la semana.
Esta combinación genera beneficios creando "trozos de ciudad" que funcionan como pequeños ecosistemas urbanos autónomos. El retail integrado en los barrios facilita la creación de centros de actividad accesibles dentro de un radio de 15 minutos, promoviendo la movilidad sostenible y reduciendo la dependencia del automóvil. Esto es crucial para el desarrollo de ciudades modernas que priorizan el bienestar de sus habitantes y la sostenibilidad ambiental. Proyectos como La Maquinista y Glòries en Barcelona son ejemplos, donde los centros comerciales abiertos y multifuncionales enriquecen la experiencia urbana y fomentan la interacción social.
El enfoque holístico que considera la movilidad, la jerarquía de recorridos, el paisajismo y la sostenibilidad es esencial para diseñar estos espacios. Al integrar elementos como jardines, terrazas y zonas comunes multifuncionales, se generan entornos atractivos que fomentan la interacción social y el disfrute al aire libre.
El retail dinamiza los complejos de usos mixtos en áreas de expansión de las ciudades, proyectos cada vez más recurrentes en otros países donde la normativa permite las mezclas de usos, y juega un papel vital en regeneración de entornos urbanos obsoletos como la recalificación de las entradas de las ciudades y de barrios “mono uso”.