Centros y parques comerciales se han consolidado como las inversiones más seguras y sostenibles del mercado inmobiliario español. El retail ha sido especialmente resiliente desde la pandemia. Su capacidad de recuperación ha sido incluso superior a la del turismo tanto en retorno de clientes como en fidelización de la actividad.
El retail lideró la inversión inmobiliaria española del año pasado, con un incremento del 208% y los centros comerciales como activos clave. Lidera una reactivación que empieza a concretarse también en el resto de Europa, donde la inversión en retail creció un 23%, e incluso en Estados Unidos, donde los nuevos formatos y hábitos del consumo han devuelto al sector un sólido equilibrio.
Según el último informe de PwC para Apresco, las ventas totales del retail crecieron un 5,9% en el cuatro trimestre de 2024, con un alza muy relevante del 5,4% para el conjunto del año. La recuperación se ha generalizado tanto en hogar, bricolaje y electrónica, moda y complementos, restauración y ocio y entretenimiento.
Las afluencias totales y la ocupación también siguen mejorando, con lo que el conjunto sectorial traslada la imagen de un mercado competitivo y pujante, con un importante margen de crecimiento adicional a largo plazo gracias a la omnicanalidad y a las amplias posibilidades de la digitalización y la Inteligencia Artificial.
El futuro del retail en España invita al optimismo se mire por donde se mire. Las condiciones del mercado, las oportunidades tecnológicas y el compromiso de las grandes marcas por la omnicanalidad y los espacios físicos emblemáticos aportan esa necesaria estabilidad. Además, el mercado cada vez prima más la cualificación y la gestión activa. Vamos hacia un sector innovador, donde el comercio digital permitirá conocer y anticipar los hábitos de los clientes y adaptarse en todo momento a su demanda.