En España nos encontramos ante un entorno maduro, que cerró 2018 con un total de 570 superficies comerciales, 15 más que el año anterior. Sin embargo, uno de los primeros desafíos que deberemos afrontar en 2019 es el de recuperar la afluencia de los clientes. 2018 comenzó con tráfico a la baja y, aunque los últimos meses del año resultaron muy positivos, no se ha crecido.
Debemos ser capaces de convertir el movimiento positivo de los últimos meses del año en una tendencia que afiance los esfuerzos de transformación realizados para que el centro comercial recupere su pujanza y desempeñe un papel fundamental en el tiempo de ocio de los consumidores.
Para ello, todos los implicados hemos de esforzarnos por ofrecer a esos clientes experiencias, sensaciones, servicios que no pueden disfrutar de manera conjunta en otro lugar. Y en este campo aún quedan muchas cosas por hacer.
Los centros comerciales se están transformando para que el cliente encuentre en ellos espacios de ocio, deporte, gastronomía o cuidado personal que complemente la oferta comercial y lo conviertan en un lugar atractivo en el que disfrutar del tiempo libre.
Así, 2019 tiene que ser también el año en el que la manida transformación digital de sus frutos y ayude a las superficies comerciales a situar al visitante como el centro de la experiencia. La digitalización de la tienda física representará una transformación total del sector; no sólo porque mejorará la gestión pura de la compra sino porque permitirá incluir personalización y asesoramiento exclusivo para el cliente, tal y como afirma Deloitte en su análisis “El futuro del sector Retail”.
Somos firmes defensores de la omnicanalidad como clave del éxito futuro del sector en el que tanto el territorio digital como el físico convivan y se complementen. En este campo, aún hay mucho potencial ya que sólo el 36% de los retailers, según un estudio de Prodware Group, cuentan con una estrategia propia. Un hecho que repercute directamente en sus resultados y que representa una oportunidad para promotores y gestores de centros a la hora de convertirnos en aliados de los operadores.
Nuestra industria tendrá futuro en la medida que seamos capaces de incorporar todas las posibilidades que brinda la tecnología. Desde la propia arquitectura de los edificios (comprometidos con el medio ambiente) hasta su concepción como edificios inteligentes, estas innovaciones son fundamentales para ayudarnos a definir de manera óptima los tráficos de personas en el interior, gestionar eficazmente el aparcamiento y la temperatura o detectar picos de afluencia.
En cuanto al comercio puro, también veremos como el blockchain nos ayuda a mejorar la gestión y automatizar tareas de manera que podremos mejorar enormemente la eficiencia de los servicios que prestamos.
Confío en que todos estos factores bien trabajados fortalezcan y consoliden a los centros comerciales como el lugar por excelencia donde buena parte de la sociedad decide invertir su tiempo de compras y ocio, en definitiva, de compartir y vivir en 2019.