Nuestra sociedad está cada vez más comprometida con el buen uso de los recursos naturales, la reducción de la contaminación, el desarrollo sostenible a nivel local y la igualdad de oportunidades, por lo que los centros comerciales, como lugar de encuentro de millones de personas a diario, no solo no pueden estar ajenos a esta evolución, sino que tienen que integrarse y aportar para lograr que el entorno donde se ubica sea mejor.
Cuidar de los recursos naturales que sostienen nuestro modelo de negocio es una preocupación creciente en nuestro sector y más en este contexto de cambio social y climático.
Las políticas que sigue cada propiedad son variadas, pero, normalmente, se basan en tres pilares: protección del medio ambiente, desarrollo local y compromiso con los colaboradores.
Las iniciativas que confirman este compromiso de los centros comerciales con la eficiencia y la sostenibilidad son múltiples. Algunos ejemplos son programas de reducción de la emisión de CO2, aumento de la generación de energía verde y la reducción de generación de residuos no reciclables y planes de reducción del consumo de agua y electricidad e impulso de las tecnologías LED.
Hay cada vez una mayor conciencia de impactar lo menor posible en caso de los nuevos desarrollos y proyectos. También se está dando un impulso del transporte público y de medios alternativos al vehículo privado y fomentando iniciativas encaminadas a enraizar el centro comercial con el entorno local. Asimismo, se han incorporado cláusulas relacionadas con el respeto del medio ambiente en los contratos de arrendamiento y se han conseguido certificaciones medioambientales.
Los centros también han impulsado los locales de economía colaborativa, caritativa y sostenible, apoyando a nuevos emprendedores y al comercio local.