De nuestro porfolio de centros comerciales, sin duda han sido los recientemente inaugurados los más afectados, ya que durante el primer año de vida de un centro se establecen las bases principales de su éxito. La COVID-19 les ha golpeado en el peor momento, justo cuando comenzaban a desarrollar su actividad; acentuado, además, por su ubicación en las zonas turísticas, lo cual ha sido aún más duro, debido a la ausencia total de turismo.
Con respecto a los centros que han sido renovados, el impacto ha sido similar. Es verdad que estos partían ya con un recorrido de años en funcionamiento, pero la crisis no ha permitido desarrollar plenamente las perspectivas previstas para la mejora del activo inmobiliario, especialmente patrimoniales y comerciales. Ello es debido a que la totalidad de nuestro sector se encuentra a la defensiva, en un momento muy delicado.
En cuanto a los nuevos proyectos, estos siguen en marcha y aunque seguimos trabajando para su finalización y comercialización, nos tendremos que ir adaptando a las circunstancias de la evolución de la pandemia, ya que hoy por hoy el mercado de nuestro sector está todavía a la expectativa de la llegada de la ansiada normalidad, que genere la suficiente confianza.
Por último, desde el Grupo Número 1 hemos sido conscientes desde el primer momento, de que para resistir y tratar de garantizar la viabilidad de los centros comerciales, ha habido que ser sensibles y tratar de ayudar en todo lo posible, dentro de nuestras posibilidades, a operadores y comerciantes. Ellos son nuestra razón de ser, en un sector que por encontrarnos en primera línea (el consumo) se encuentra especialmente afectado.