El retail se reafirma como una inversión resiliente, capaz de ofrecer retornos sólidos. A pesar de los desafíos globales, la inversión en retail en España ha registrado un crecimiento del 74% en 2024, impulsada por una evolución positiva en ventas y afluencias. La tasa de ocupación en los centros comerciales gestionados por Cushman & Wakefield alcanza un 95,4%.
Esta fortaleza se explica por la capacidad del retail para adaptarse a una sociedad que valora entornos flexibles, eficientes y alineados con sus valores. La experiencia en tienda, la omnicanalidad y la sostenibilidad son ejes de esta transformación. Aunque conviven con la compra online, las tiendas físicas siguen siendo claves para generar vínculos emocionales con la marca. Al mismo tiempo, los criterios ESG impulsan la renovación de activos y los operadores demandan espacios innovadores, tecnológicos y ágiles.
El retail se comporta de diferentes maneras dependiendo del país e incluso de la ciudad. En España y, en general, en el sur de Europa, el clima favorece una vida social “fuera de casa”, por lo que es habitual quedar con amigos en bares, restaurantes o para ir de compras, una dinámica que contrasta con el norte de Europa. También resulta esencial analizar qué tipo de formato funciona mejor en cada ubicación. Para asegurar la buena evolución de cualquier inversión en retail, es clave contar con un asesoramiento constante durante todo el ciclo de inversión, proporcionado por un equipo profesional con un sólido track record en el sector o mediante coinversión con un especialista en retail.
En 2025, esta evolución positiva se va a consolidar. El mercado tenderá hacia inversiones más selectivas, donde la diferenciación, la calidad de los activos y su alineación son el nuevo consumidor serán determinantes.