Las empresas cada vez tienen a su disposición más información que les ayuda a conocer mejor a su cliente, sus gustos y hábitos, optimizar los procesos de venta, mejorar la distribución de los productos en las tiendas, etc. En esta ecuación entre alto contenido de datos y su interpretación, tiene un papel fundamental el uso, por parte de los retailers, de la inteligencia artificial (IA) para implementar sus ventajas en su plan de negocio.
Un ágil y sencillo proceso de compra online para los consumidores es un eje fundamental en todas las empresas, por lo que las ventajas que nos puede aportar la IA son muy numerosas. El correcto manejo de los datos web nos permitirá mejorar la navegación, satisfacción y experiencia del cliente mientras que realiza su compra online. A su vez podrá reducir las posibles pérdidas de ventas desde el carrito de la compra, crear recomendaciones de productos individualizadas basadas en el historial y las visitas realizadas, y realizar cambios para mejorar la ubicación de los productos en la web.
Tras el proceso de compra, las compañías tienen en su historial un gran número de datos acerca de la experiencia del cliente, atendiendo a su compra realizada, el tiempo de navegación en la web, sus consultas realizadas o encuestas posteriores. Toda esta información es de gran utilidad para mejorar la experiencia del cliente en sus próximas compras.
La elaboración de predicciones para anticiparnos y determinar el stock necesario para cubrir la demanda y las necesidades del consumidor es clave en todo negocio. Mediante los datos históricos y del entorno exterior, podemos determinar cuáles serán las demandas futuras de los artículos para incluirlo dentro de la planificación de ventas de la compañía, mejorando así la disponibilidad de los productos y reduciendo el exceso de existencias.
El excedente de stock por falta de ventas o derivado de devoluciones es un problema al que se enfrentan los retailers, por lo que determinar previamente cuál será el volumen de devoluciones de cada temporada es esencial para establecer el número de existencias que debemos comprar y reducir así los costes. Gracias a la IA, las empresas pueden predecir la probabilidad de devolución de cada artículo comprado a través de los distintos canales, utilizando datos de clientes e información a nivel de la cesta de la compra y del producto, consiguiendo mejores decisiones de gestión de existencias.
La buena ubicación física de los negocios es una parte fundamental a la hora de abrir un nuevo local. Gracias al conjunto de datos históricos almacenados, las compañías son capaces de identificar los mejores emplazamientos en los que abrir, atendiendo a diversos factores como son la competencia, la clientela y sus necesidades, el espacio necesario que debe tener las tiendas, etc.
Todo ello viene unido a la capacidad de determinar el número de personal necesario en cada emplazamiento. El correcto uso del histórico de datos que provienen del espacio, el mix del surtido o el periodo medio de abastecimiento de sus modelos, podrá mejorar la asignación de personal y alinear la eficiencia operativa con las necesidades de los clientes, anticipándonos a los momentos de gran demanda y dotar a las tiendas físicas del personal necesario según el momento.
Las ventajas que presenta la IA para los retailers son considerables, pueden mejorar los resultados del negocio interviniendo en muchas fases del proceso desde la mejora de la experiencia del cliente hasta la previsión de stock y optimización del proceso de compra y venta. Las empresas que aprovechen estas oportunidades y sepan incorporar la IA a cada área de su organización mejorarán ampliamente su negocio y sus beneficios finales, logrando una posición destacable en el mercado del retail.