Buscan comprar lo que se quiere al momento, obteniendo toda la información sobre el producto de forma rápida y facilitándoles su adquisición en formas de pago y entregas. El shelf check-out, BORIS y BOSS, digital wallet o click & collect, son algunas de las tecnologías que se están implantando de forma vertiginosa para ofrecer los servicios que demanda este nuevo consumidor digitalizado. Además, la personalización de la compra y de las experiencias tiene cada vez más relevancia. Buscamos experiencias que nos hagan sentir especiales, por lo que conocer mejor a los clientes es, sin duda, uno de los objetivos que persiguen las marcas para poder personalizar la experiencia de compra y satisfacer así las necesidades de los clientes de una forma rápida y sencilla. El big data, el machine learning o la inteligencia artificial son algunas de las herramientas para conseguir esta comunicación personal, tanto en el espacio físico, como en las redes sociales o el online, y más ahora tras la era post-cookie anunciada por Google para enero de 2022.
Si hablamos de los espacios físicos, son muchos los centros comerciales que se han apoyado en la transformación digital para generar un nuevo atractivo experiencial. La integración de grandes soportes digitales en su arquitectura y en sus espacios interiores es una herramienta para potenciar el entretenimiento y mejorar las experiencias de compra. Pero no basta con tener grandes soportes digitales o tecnológicos, además hay que aportar valor a la tecnología para crear áreas que conecten con las emociones de los consumidores y que generen engagement. Sin duda la tecnología es una gran herramienta para adaptarse a las nuevas necesidades del ser humano, por eso la transformación digital debe de tener su foco en las personas, una transformación digital humanizada que conecte y mantenga a las personas en el centro de la cadena de valor del ecosistema de los centros comerciales.