Habrá nuevas formas de exponer, de comunicar, de controlar los aforos y la movilidad dentro y fuera de los establecimientos, de ofrecer omnicanalidad… Y todo ello con tecnología digital; todas las empresas deben entender que la digitalización es, hoy más que nunca, una prioridad.
En definitiva, las tiendas reabrirán, pero con toda seguridad, cambiadas. Estos son algunos cambios que todo retailer debe implementar, si es que no lo ha hecho ya:
Comunicación digital. Los centros comerciales y tiendas tienen que demostrar una acreditación de sitio seguro, que requiere de comunicación digital actualizada y en tiempo real para tranquilizar a los clientes y enviar mensajes sobre la capacidad de aforo y las medidas de seguridad que se están tomando.
Control de aforos. La capacidad se disminuye entre el 20 % y el 50 % del total, tanto en tiendas como en restaurantes. Los locales deben controlar cuánta gente hay en ellos en cada momento y tener al público informado a través de señalización digital en tiempo real.
Gestión de colas. La tecnología se impone, ya no solo en el proceso de pago, sino también en la entrada a los locales, con gestión de turnos contact-less o de fila única, garantizando la distancia mínima interpersonal de un metro.
Click & Collect. El cliente debe evitar 'navegar' por la tienda física y para ello los retailers deberán integrar en las tiendas unas zonas especiales de recogida de pedidos, separadas de las de pago para evitar aglomeraciones, con indicación y señalización propia.
Etiqueteros automáticos para que el empleado gestione los cambios de precio de los productos de forma segura y automatizada, sin tener contacto físico con los lineales.
Nuevas medidas de seguridad, como el dispensador de alcohol en gel en la entrada y salida de los recintos, o purificadores de aire, soluciones que permiten a la vez incorporar pantallas informativas de comunicación digital con los clientes y visitantes. Se trata de soluciones integradas y listas para instalar, que en nuestro caso ya hemos lanzado al mercado y con gran aceptación por parte de los retailers por la rapidez y facilidad de funcionamiento.
Los beneficios son claros: se trata de comunicar, a clientes y empleados, las medidas de seguridad e higiene reglamentarias, los aforos, horarios, e incluso ofertas y promociones de forma centralizada, con actualizaciones en tiempo real, a distancia y sin papel. De esta manera, se ayuda a reducir la propagación del Covid-19 en los espacios físicos y se recupera la confianza de clientes y empleados creando un espacio seguro.
En resumidas cuentas, el COVID-19 ha sido el acelerador del proceso de transformación en el que ya estaba inmerso el retail. Ahora es el momento de ver la capacidad de reacción de los retailers para adaptarse a este cambio y poder hacer frente a las nuevas formas de consumo. No estamos hablando ya de cómo atraer clientes a las tiendas, sino de saber cómo equiparse para este cambio, a la vez que adaptarse al nuevo entorno y entender las nuevas necesidades del comprador.