Los centros comerciales deben convertirse en actores clave de la estrategia omnicanal de las marcas, ya que la nueva era de retail nos obliga a superar la dicotomía entre el mundo online y offline. Hoy en día, buscamos la fusión que permita a los operadores integrar todas las inversiones en una estrategia omnicanal unificada.
Los centros comerciales tienen un papel fundamental al proporcionar un entorno propicio para esta integración. El objetivo principal que tenemos en mente sería unificar las necesidades de los operadores y generar sinergias para optimizar costes y ser más eficaces. Por ejemplo, la implementación de taquillas automatizadas para la recogida de paquetes o la colaboración entre las marcas y los centros comerciales para la creación de puntos comunes de recogida. Estos proyectos podrían suponer una sinergia de personal y recursos, beneficiando tanto a los operadores como a los clientes.
Además de su función en la estrategia omnicanal, los centros comerciales también presentan un gran potencial como puntos de distribución de última milla. Gracias a su ubicación estratégica en zonas de fuerte densidad de población, pueden satisfacer la creciente demanda de entregas rápidas. Para aprovechar esta ventaja, debemos explorar diferentes iniciativas. Por ejemplo, algunos operadores están utilizando espacios dentro de los centros comerciales para establecer almacenes. De nuevo, lo realmente atractivo sería desarrollar la capacidad del propio centro para unificar necesidades de los operadores. Esto permitiría acelerar la entrega de pedidos, optimizando así la experiencia del cliente.
Mediante la implementación de iniciativas colaborativas estratégicas, los centros comerciales tienen que desarrollar su papel como puntos de conexión entre las marcas y los clientes para que nosotros podamos cumplir con el nuestro: acercar cliente y producto cuando y donde lo necesiten.