Hoy más que nunca los centros comerciales son dignos herederos de las antiguas ágoras de las polis griegas, erigidas como centros de la vida política, social y comercial y lugares donde se realizaban todo tipo de actividades: reuniones, intercambios comerciales, representaciones teatrales, debates y celebraciones. La Vaguada es un claro exponente de esta concepción, totalmente mimetizada con el barrio y la ciudad de Madrid, recogiendo no solo las últimas tendencias comerciales, sino también las innovadoras propuestas de ocio y cultura destinadas a toda la familia.
La Vaguada tampoco es ajena a la actividad de las asociaciones de diversa índole, incluidas las vecinales, ni a la de las ONG,s que aprovechan el abultado volumen de visitantes para promover sus iniciativas solidarias y sociales. De hecho, nuestros visitantes están acostumbrados a que en La Vaguada ocurran siempre cosas y a encontrar mucho más que una selección de establecimientos en los que localizar sus productos. Nuestras propias campañas publicitarias “Donde nacen las historias” y “Madrileño de La Vaguada”, por citar solo las últimas, recogen ese espíritu empático recíproco y esa comunión con la ciudad de Madrid.
Resulta difícil condensar la heterogénea amalgama de actividades relacionadas con las artes escénicas, talleres formativos o lúdicos, espacios para videojuegos, campamentos infantiles, sesiones teta en cines, donaciones o conciertos que viene acogiendo nuestro centro comercial todos los años. Siempre estamos abiertos a nuevas y divertidas propuestas como la celebración de un escape room y una suvirval zombie que utilizaron como escenario todo el centro comercial. Porque, al fin y al cabo, La Vaguada siempre ha sido el “corazón de Madrid”.