Sin embargo, gracias a la capacidad de resiliencia de los profesionales, se abre un 2022 con muchas esperanzas y buenas perspectivas para nuestro sector. Ya al final de 2021 se apreciaron signos de mejoría, incluso muchas actividades volvieron a cifras similares a 2019.
Hay operaciones de inversión en marcha que se materializarán a lo largo del año. Están surgiendo nuevos rótulos que buscan en nuestro país poder crecer, por lo que veremos aperturas novedosas y los centros comerciales ofrecerán a sus clientes nuevos servicios y experiencias que han implementado durante 2020 y 2021. Si algo nos han enseñado la pandemia, es la necesidad de ofrecer un aliciente, un valor diferencial dentro de la experiencia. Ya se puede observar, además, que en este crecimiento será una pieza clave la recuperación del ocio y la restauración como motor de las visitas.
La escalada de precios, cuya estabilización no se vislumbra con los acontecimientos más recientes en Ucrania, es una fuente de incertidumbre con la que ya contamos. Quizás sin estos dos últimos años y la capacidad de adaptación con la que han impregnado al sector, movernos en el no saber sería más complicado, pero confiamos en haber aprendido esa lección y saber aplicarla de ahora en adelante, ante todos los desafíos que se presenten.