La sostenibilidad y la eficiencia ecológica son una parte esencial dentro de esta Responsabilidad Social Corporativa (RSC). Solo haciendo un uso sostenible de nuestros recursos naturales podremos seguir creciendo como sociedad.
Entre las problemáticas más importantes que el sector debe afrontar podríamos destacar cuatro: el reciclaje de residuos, la gestión sostenible de los recursos naturales, la reducción de emisiones CO2 y el ahorro energético. Cuatro líneas programáticas que definen una economía circular basada en las tres erres: reducir, reciclar y reutilizar las materias primas.
Tanto los centros comerciales, como los estudios de arquitectura encargados de su diseño e incluso las empresas proveedoras de materiales para su construcción (como Porcelanosa Grupo) debemos tener en cuenta estas premisas desde el inicio del proyecto. De este modo, obtendremos espacios energéticamente sostenibles capaces de reducir su huella de carbono.
Existen sistemas constructivos como fachadas ventiladas que permiten ahorrar hasta un 25% el consumo energético del edificio, placas solares capaces de generar energía renovable fotovoltaica, griferías y sanitarios que reducen hasta un 89% de agua en cada uso o colecciones cerámicas realizadas con más de un 95% de material reciclado.
Por su parte, la sostenibilidad es uno de los principales objetivos de Porcelanosa Grupo. Un compromiso adquirido por la marca hace varios años que se materializó en su programa Eco a principios de 2020. La multinacional ha apostado por el reciclaje de residuos, la gestión sostenible los recursos naturales y el ahorro energético en el marco de la Agenda 2030 de las Naciones Unidas y las nuevas líneas de trabajo marcadas por la UE. Así lo demuestran iniciativas como la emprendida por la firma junto a Iberdrola con el objetivo de electrificar la producción cerámica combinando renovables, hidrógeno verde y bomba de calor.
Un equilibrio complejo, pero no imposible.