Cierres perimetrales, endurecimiento en los protocolos de seguridad, retrasos con la logística y suministros fueron algunos de los inconvenientes que tuvimos que lidiar durante esta crisis. Sin embargo, en líneas generales, hemos podido mantener un ritmo de obra estable.
La incertidumbre en el comportamiento del consumidor y sus prioridades ha sido una de las principales razones que ha ralentizado la comercialización del centro en los meses iniciales de la pandemia. Las marcas se han mostrado muy cautas con sus planes de expansión, pero nuestro departamento de leasing ha hecho un trabajo minucioso, logrando un nivel satisfactorio que ha permitido cumplir objetivos. Incluso, han logrado encontrar un alto interés por parte del sector hotelero, uno de los más afectados por la pandemia. Un ejemplo es el edificio en la calle Urzaiz que hemos rehabilitado para la implantación de un hotel.
Los proyectos y gestión de otras áreas tales como explotación, marketing operacional, proyectos digitales, tematización de espacios e interiorismo, diseño de la plaza pública, etc. han continuado sin grandes alteraciones. Ha ocurrido lo mismo con aquellos que se encuentran en fases más iniciales de desarrollo como, por ejemplo, la planificación urbanística y tramitación de permisos. Estas han continuado su camino, aunque con alguna dificultad derivada del teletrabajo y la no movilidad a la que nos hemos tenido que ir adaptando, pero lo hemos ido consiguiendo con bastante normalidad a pesar de que a todos nos sorprendió poco preparados.
Esta pandemia ha sido una nueva oportunidad de demostrarnos que la unión hace la fuerza y que las dificultades nos hacen crecer. En ese sentido, hemos encontrado gran capacidad de esfuerzo y resiliencia en todos integrantes de nuestros proyectos, equipos, colaboradores, proveedores y, por supuesto, administraciones públicas.