La Generalitat ha aprobado la reapertura de estos comercios, cerrados desde el pasado 7 de enero, ante la progresiva mejoría de los datos epidemiológicos en la región.
La menor presión hospitalaria, así como una ligera tendencia a la baja de la incidencia acumulada y del número de contagios, han permitido que estos establecimientos vuelvan a abrir sus puertas.
Al igual que los pequeños negocios, el sector podrá abrir de lunes a viernes con un aforo máximo del 30%, aunque seguirá cerrado los fines de semana.
Desde el inicio de la pandemia, los grandes comercios en la región han estado cerrados más del 50% de los días hábiles en este período. En concreto, hasta febrero, no han estado abiertos al público 159 días, es decir, dos meses más que las grandes superficies y tres más que el resto de comercio. Esta discriminación que sufren los comerciantes ubicados en centros comerciales, de los que el 85% son tiendas y franquicias pequeñas, ha supuesto pérdidas del 60% de la facturación y podría llevar a la pérdida de más de 15.000 puestos de trabajo en Cataluña.