La cadena introdujo este sello frontal nutricional hace ya dos años en sus productos de marca propia. De esta forma, ha podido estudiar durante este tiempo el comportamiento de las ventas de casi 2.000 artículos de diversas categorías de alimentación envasada, disponibles en la red comercial de Eroski y Caprabo (un total de 1.348 establecimientos).
“Los resultados de su análisis reflejan la influencia positiva del etiquetado nutricional avanzado en la composición de una cesta más saludable en los productos de alimentación envasada, sin que haya retroceso alguno en las categorías de producto fresco que, de hecho, tienen un comportamiento incluso mejor que las envasadas. Así, se observa un incremento del peso en ventas de los productos mejor calificados por Nutri-Score mientras ceden posiciones los que tienen peor calificación”, ha explicado Alejandro Martínez Berriochoa, director de salud y sostenibilidad de Eroski.
Según los resultados del análisis realizado, la llegada de este etiquetado no ha influido negativamente en las ventas de los productos frescos que no lo llevan incorporado (como la fruta, verduras o pescado). Sin embargo, los datos reflejan un cambio en el mix de ventas, de manera que los productos con mejor clasificación, según Nutri-Score (letras A y B), han tenido un mejor comportamiento en las ventas que los peor calificados (letras D y E). La letra C presenta un perfil de evolución casi plano.
“Las personas consumidoras tienden a no hacer cambios drásticos, y los datos del estudio no reflejan canibalización entre categorías, sino más bien dentro de ellas. Es decir, la tendencia no es a elegir una opción nutricionalmente mejor en otra categoría de producto, sino a seleccionar una opción más saludable conforme a Nutri-Score dentro de la misma familia de productos o de familias que satisfacen la misma necesidad”, ha detallado Martínez.
Los datos del análisis realizado por Eroski avalan que desde la llegada de Nutri-Score el comportamiento de categorías de alimentos indudablemente saludables, como las verduras congeladas, ha experimentado un incremento de ventas de varios puntos por encima de la media de la alimentación envasada. Ocurre lo mismo en las familias del pescado y el marisco congelado que han crecido más que la media.