El establecimiento, reconocible por los neones de su fachada, cuenta con 24 metros cuadrados de superficie. En el interior, las referencias acuáticas son las protagonistas, siguiendo la línea de su local matriz de Malasaña.
Una pared de neones personalizados a modo de photocall dará la bienvenida a sus visitantes. El espacio dispone, además, de un acuario vertical de burbujas.
"Como siempre, hemos disfrutado mucho diseñando y decorando este nuevo espacio, tenemos un producto que da mucho juego a la imaginación y nos hemos inspirado en nuestra comunidad y en los taiyakis para los detalles. Con esta nueva localización queremos estar más cerca, sorprender y ser el nuevo punto de encuentro de moda de la ciudad", aseguran Marco y Beatriz, responsables de La Pecera.