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Lidl reduce el contenido de sal y azúcar de parte de sus productos gallegos

Lidl ha promovido en los últimos meses la reformulación de varios de sus productos de marca propia comprados en Galicia.

Lidl reduce el contenido de sal y azúcar de parte de sus productos gallegos

El objetivo es rebajar la proporción de sal, azúcar y grasas saturadas en su composición. Estas reformulaciones se enmarcan en el compromiso de la compañía con la alimentación saludable, con el objetivo de reducir de media un 20% de azúcar y sal en su surtido hasta 2025.

Entre otras intervenciones, ha logrado reducir un 24% la presencia de azúcar en las anillas a la romana y también disminuir un 43,3% el peso específico de la sal en la empanada de atún, artículos que adquiere en Galicia y comercializa en todas sus tiendas de España. Además de estos dos ejemplos, la marca ha desarrollado intervenciones similares en biscotes o batidos de cacao.

“Galicia es una piedra angular de esta estrategia de la marca, no solo por la intensificación en nuestro volumen de compras en las cuatro provincias, sino también por las extraordinarias propiedades de los alimentos de una tierra heredera de la dieta atlántica”, indica Jaime Herrá, director regional de Lidl para la comunidad. En ese sentido, Herrá ve “clave” la aportación de Galicia para que Lidl haya conseguido convertirse el pasado mes de octubre en la primera cadena de supermercados en alcanzar los objetivos marcados por el Plan NAOS.

La compañía ha impulsado estas actuaciones en el último bienio a raíz de su adhesión en enero de 2019 al “Plan de Colaboración para la Mejora de la Composición de los Alimentos y Bebidas y otras medidas 2020”, iniciativa promovida por el Ministerio de Sanidad, Consumo y Bienestar Social en colaboración con la Agencia Española de Seguridad Alimentaria y Nutrición (AESAN). En ella, el sector de la fabricación y el de la distribución se comprometen a intervenir en varios tipos de alimentos y bebidas de consumo habitual entre niños, niñas, jóvenes y familias.

En el caso concreto de Lidl, en el marco de este plan, la marca se comprometió a la mejora de un 10% del total de productos de su surtido envasado de marca propia, logrando reducir hasta 425 toneladas de azúcar y sal anuales, lo que equivaldría a más de un millón de terrones de azúcar o, lo que es lo mismo, más de 21.200 tazas de cafés llenas de azúcar o sal.

En su compromiso de seguir apostando por la alimentación saludable, la compañía se ha marcado el objetivo de reducir una media de un 20% en el contenido de sal y azúcares añadidos, hasta 2025. “Estamos casi en el ecuador de ese tiempo que nos marcábamos, por lo que no nos vamos a conformar con lo que ya hemos logrado, sino que reforzaremos este compromiso también de cara a nuevas referencias en los próximos meses”, subraya Herrá.