Desde el pasado 4 de mayo, comercios como la floristería Valentina, la funeraria Mémora o la peluquería Los Porches han vuelto a atender al público, igual que la pizzería Da Claudio, que está operativa para pedidos a domicilio, o el centro de fisioterapia y osteopatía Ramón Mateos. Con su reapertura, estos establecimientos se han sumado al supermercado Alcampo, que ha permanecido en activo durante las semanas más estrictas del estado de alarma.
Con la llegada de la fase 1 del plan de desescalada, otros locales del centro comercial de La Romareda retoman su actividad, como es el caso del bar El duende azul, que abre parcialmente su amplia terraza. Paulatinamente, el resto de los comercios del complejo abrirán sus puertas de nuevo, siguiendo las recomendaciones de las autoridades.
Las medidas de limpieza e higiene tomadas por los distintos establecimientos del centro se suman a las de Los Porches del Audiorama, que ha desinfectado en profundidad sus instalaciones con máquinas específicas para limpiar techos y suelos y fumigar paredes. El producto empleado en estos trabajos de limpieza ha sido Hypoclean, utilizado en la desinfección de calles y hospitales por su alta eficacia contra el COVID-19.
La desinfección de ascensores, escaleras mecánicas, pomos y aseos se realiza cada hora y el centro ha habilitado dispensadores de gel hidroalcohólico en cada entrada de la planta calle y en el pasillo de acceso de la plaza inferior. Además, cuenta con cartelería con indicaciones sobre distanciamiento social y normas.
Ante el parón comercial causado por la expansión del coronavirus, Mutualidad de la Ingeniería, propietaria principal de Los Porches del Audiorama, optó por suspender el alquiler a los operadores afectados por el estado de alarma. Dichos contratos se retomarán, con los mismos periodos de validez anteriores, conforme los inquilinos puedan reanudar su actividad. Con esta medida, la propiedad buscó paliar los efectos económicos del cierre de la actividad, especialmente acusados en el pequeño comercio.