Sus centros comerciales permanecen abiertos cumpliendo con las restricciones que aprobó el Gobierno en el estado de alarma, de este modo se encuentran abiertos los locales de alimentación, salud y telecomunicaciones, que representan el 23 % de los inquilinos, mientras que el 77 % se han visto obligados a cerrar.
La SOCIMI ha asegurado que cuenta con una sólida posición financiera para afrontar estos momentos difíciles, con un bajo nivel de endeudamiento, una gran diversificación de ingresos, una ocupación muy alta (94,8 %) que le asegura una generación y acumulación de caja sostenida, dentro de la legislación aplicable en materia.
Asimismo, ha anunciado una política comercial de bonificación de rentas que, según la compañía busca “compartir la carga de la difícil situación actual con sus inquilinos en aquellos locales y negocios que no pueden abrir al público”.
Según han detallado, todos sus edificios de oficinas permanecen abiertos sin incidencias, mientras que en logística, los operadores están trabajando para acomodar el pico de demanda que están experimentando.
En cuanto a los edificios en reforma y a los desarrollos en curso, la compañía continúa con las obras en aquellos activos donde la normativa estatal o la emanada de autoridades de rango menor lo permite.
Por otro lado, Merlin reevaluará a futuro el inicio y los plazos de ejecución de aquellos proyectos cuyas obras aún no se han iniciado, en función de la duración de la situación de emergencia que vivimos.
La SOCIMI cuenta con una cartera de activos y clientes muy diversificada, operando en oficinas (45 % de los ingresos por rentas), centros comerciales (21 %), logística (16 %), arrendamientos netos de largo plazo (“net leases”) (15 %) y otros (2 %).
“El principal objetivo de la compañía en estos momentos, más allá de la continuidad y preservación de su actividad de negocio, es la protección de la salud y seguridad de nuestros empleados, inquilinos, clientes, contratistas y proveedores”, han querido recalcar.