Esta norma está controlada en tiempo real con cámaras que cuentan el número de personas que entran y salen, tanto del edificio principal como de las tiendas más grandes e importantes del centro comercial. Este es el caso de Ikea o Primark.
De esta forma, los más de 2.500 empleados que trabajan en Río Shopping pueden volver a sus puestos y a su trabajo. El centro mantiene la prohibición de consumir en los pasillos y zonas comunes, así como en la barra de los restaurantes.
El servicio take away de los establecimientos de hostelería también se reanuda y estará disponible para todos los clientes en los propios kioscos de la primera planta, así como a través de la nueva aplicación Río en casa.
“Esta es una gran noticia y todos los que formamos parte de Río estamos muy contentos. En primer lugar, porque supone que la incidencia de la COVID-19 en la región está descendiendo. La salud es lo primero para nosotros. Por otra parte, implica que los 2.500 trabajadores pueden volver a sus puestos y recibir a los clientes, que pueden visitarnos de nuevo para realizar sus compras y disfrutar de un tiempo de ocio en familia o con amigos”, destaca Juan Ros, gerente del centro comercial.