El mercado de lujo ha mostrado una desaceleración en la mayoría de las regiones a nivel mundial durante el primer trimestre de 2024, según indica el estudio de Bain & Company y Altagama. Una tendencia que ha sido influenciada por la inestabilidad macroeconómica global.
A pesar de esta desaceleración general, con una variación entres el -3% y el -1% en comparación con los tres primeros meses de 2023, el sector de la restauración de lujo (alta cocina) ha mostrado un crecimiento significativo, impulsado por la recuperación del turismo, especialmente en Europa y Japón. En Japón, en particular, la afluencia turística ha superado los niveles previos a la pandemia, ayudada por la depreciación del yen frente al dólar estadounidense, alcanzando su nivel más bajo en dos décadas.
Cira Cuberes, socia de Bain & Company, señala que en países como España, Italia y Francia se ha observado un crecimiento, principalmente gracias al aumento del turismo. "Sin embargo, se viven tiempos de incertidumbre y las marcas deberán invertir en factores de crecimiento, proteger los pilares fundamentales de su negocio y optimizar la gestión del inventario para asegurar tanto la eficiencia como la capacidad de respuesta ante la demanda del mercado", explica Cuberes.
El informe también señala que en China, el incremento del turismo internacional por parte de los ciudadanos está debilitando la demanda local y la confianza de los consumidores de clase media, experimentando un fenómeno denominado “luxury shame”, que implica una actitud más discreta y austera por parte de las grandes fortunas, similar a lo observado en América durante la crisis financiera de 2008.
Las generaciones más jóvenes están retrasando sus compras de artículos de lujo debido a un aumento en los niveles de desempleo y perspectivas futuras inciertas, mientras que la Generación X y los Baby Boomers, con mayor poder adquisitivo, están incrementando su gasto en estos productos.
Por sectores, la joyería ha registrado más éxito que los relojes, y la ropa ha superado a los accesorios en términos de crecimiento. En contraste, el calzado ha visto una desaceleración entre los consumidores aspiracionales, que están redirigiendo su gasto hacia productos como maquillaje, fragancias y gafas.
Para captar a los clientes con mayor poder adquisitivo, muchas marcas están organizando eventos a gran escala y expandiendo su presencia en nuevos sectores como el deporte, incluyendo el pádel, las carreras y el fútbol. El informe destaca que las marcas de lujo desempeñarán un papel importante en los Juegos Olímpicos de 2024 en París.
Claudia D'Arpizio, socia de Bain & Company y líder de la práctica global de bienes de lujo y moda, comenta: “Las marcas de lujo deben reconsiderar su propuesta de valor enfocándose en la confianza y conexión con los consumidores, especialmente en un contexto de polarización y presiones económicas. Este es un momento crucial y representa una oportunidad única para redefinir estrategias que fortalezcan el vínculo de las marcas con los clientes”.