Los apasionados de las pizzas saben bien que existen fundamentalmente dos escuelas: la de la pizza napolitana y la de la romana. A diferencia de la primera, la romana se caracteriza por su masa tostada y crujiente, lo que se consigue al añadir aceite de oliva. Debe su nombre a la ciudad de Roma, pero ya no hace falta viajar hasta la capital de Italia para degustar una pizza romana auténtica.
Ubicada en Camino de los Vinateros, en el distrito de Moratalaz, I Malavoglia es una empresa joven con pasión por la restauración que ha creado un modelo de negocio orientado a ofrecer el mejor producto a sus clientes. Especializada en pizzas artesanales romanas, I Malavoglia apuesta por la franquicia para expandir su modelo de negocio.
Al frente del restaurante encontramos a Salvatore Treccarichi, empresario cuya experiencia acumulada le ha ayudado a conocer profundamente el sector de la hostelería y dar solución a las necesidades que demandaba el mercado. “Solo con los mejores ingredientes se consiguen los mejores resultados, donde se obtendrá un producto casero y con sabores auténticos”.
Plan de expansión 2023
A finales de 2022 comenzaban su plan de expansión en franquicia ofreciendo al emprendedor un concepto de operativa sencilla y servicio impecable, con un producto de calidad excepcional. “I Malavoglia tiene como reto a corto plazo promocionarse y entrar como franquicia a nivel nacional. Nuestra previsión es abrir al menos una o dos unidades en el territorio nacional en el 2023”, apunta Salvatore Treccarichi, fundador de la enseña. “Las perspectivas que presenta el sector de la hostelería para este 2023 son más sólidas que las del 2022”, añade el empresario.
El corazón del modelo de negocio I Malavoglia es la comida italiana en general y las pizzas romanas en particular, un producto donde “la calidad es innegociable y los clientes lo aprecian”, indica Salvatore. Además de su amplia variedad de pizzas artesanales especiales y clásicas, en la carta de I Malavoglia encontramos entrantes como focaccia, lasaña casera o parmigiana di melanzane, así como una selección de ensaladas y dulces, como el tiramisú o el cannoli siciliano.
Alrededor de 100 m2 y sin salida de humos
De cara al emprendedor, uno de los mayores atractivos de la franquicia I Malavoglia es la baja inversión necesaria para poner en marcha el negocio. “La aportación de capital es muy ajustada para el arranque del negocio. La alta calidad de la materia prima, la importancia que damos a la fidelización de nuestra clientela y los márgenes de beneficio que da el negocio son algunas de nuestras ventajas”. Este modelo supone la confirmación de un concepto avalado por sus resultados y su trayectoria. Para su expansión buscan locales de alrededor de 100 metros cuadrados sin necesidad de ubicaciones premium y sin salida de humos.