L’illa Diagonal, el primer centro comercial construido en la ciudad de Barcelona, avanza en las obras de reforma iniciadas en verano. En esta primera fase, los trabajos se centran en la zona exterior, donde ya ha comenzado la instalación de parte de la estructura metálica del umbráculo de casi 200 metros de longitud que potenciará el exterior del centro comercial, reforzará el entorno verde de la zona y acogerá nuevos espacios de restauración.
La construcción del armazón del umbráculo se prolongará durante las próximas semanas y está previsto que finalice a finales de marzo. En paralelo, el centro comercial ya está colocando sobre esta estructura las primeras lamas de madera que decorarán el espacio y sostendrán la vegetación que rodeará el umbráculo.
Durante esta primera fase de las obras, el centro comercial también trabaja en la estructura de una pasarela que permitirá salir al umbráculo desde la primera planta de L’illa. Asimismo, se están adecuando las escaleras actuales que conectarán El Rebost en la planta -1 con el umbráculo. En este sentido, está previsto que la primera fase de la reforma finalice a principios de septiembre de 2023.
Reforma inspirada en la biofilia
Este proyecto de reforma, diseñado por la firma de arquitectura y paisajismo Batlleiroig, forma parte de los esfuerzos de L’illa Diagonal por ofrecer a los usuarios un entorno verde y agradable en la zona exterior del centro comercial, conectándola con los jardines públicos de Sant Joan de Déu.
Además, desde el centro comercial señalan que la incorporación de esta estructura proporcionará una mejora térmica a las tiendas que redundará en un menor consumo energético.
Centro Comercial L’illa Diagonal
El centro comercial L’illa Diagonal, el primero construido en la ciudad de Barcelona, cuenta con una superficie comercial de 35.000 metros cuadrados y un total de 170 locales. Este espacio de moda, ocio y gastronomía, que recibe cerca de 16 millones de visitas al año, alberga dos hoteles de cuatro estrellas, oficinas, dos colegios, un polideportivo, una discoteca y sala de conciertos, un centro de convenciones, un parque público y un parking con capacidad para más de 2.400 vehículos.
Inaugurado en diciembre de 1993, el complejo fue diseñado por Rafael Moneo y Manuel de Solà Morales por encargo de los promotores Grup Sanahuja y Grupo AXA y recibió el Premio FAD de arquitectura en 1994. El edificio tiene una fachada de 334 metros y su forma de rascacielos tumbado está inspirada en el Rockefeller Center de Nueva York.