El centro comercial Bonaire, administrado por Unibail-Rodamco-Westfield (URW), ha obtenido la puntuación más alta que otorga en el certificado BREEAM, consolidándose como un referente en sostenibilidad en el sector de retail y centros comerciales en Valencia.
Con una calificación de 90 puntos, el centro comercial más grande de la Comunidad Valenciana ha obtenido una calificación BREEAM "Excelente" en el aspecto constructivo del edificio y "Excepcional" en la categoría de Gestión. Esto revalida el título alcanzado en 2020 como el centro comercial más sostenible de Valencia. Además, Bonaire es el centro con la puntuación más alta en la cartera de centros comerciales de URW en todo el mundo.
Según explican desde el centro, el certificado internacional de referencia en la medición de la sostenibilidad de los edificios, BREEAM, ha actualizado sus parámetros de evaluación, lo que significa que la obtención de esta puntuación es aún más exigente. Sin embargo, Bonaire ha demostrado su compromiso en desarrollar su actividad respetando el medio ambiente, lo que ha sido reconocido por el certificado BREEAM.
En palabras de Ángela Pérez, directora de Bonaire, “Estamos realmente orgullosos de mantener los altos estándares en sostenibilidad que avalan este certificado. Un certificado que pone en valor el trabajo desarrollado desde hace años por Bonaire, en un momento, además, en el que Valencia se ha convertido en un referente en políticas de sostenibilidad gracias a su designación de capital verde europea para el año 2024”.
La hoja de ruta sostenible de Bonaire
Acorde a la apuesta de URW por impulsar un modelo de centro comercial que actúe como motor económico, medioambiental y social en las comunidades en las que opera, Bonaire lleva tiempo implementando numerosas medidas para mejorar sus instalaciones y procesos.
En esta línea, Bonaire tiene una hoja de ruta para 2030 que incluye objetivos para reducir el consumo de energía y agua, así como las emisiones de gases de efecto invernadero y la gestión de residuos. Han instalado paneles solares y sistemas de iluminación LED, monitorean el consumo de energía y agua, y utilizan agua reciclada para riego.
También tienen una política de residuos que apunta al objetivo de "0% en vertederos en 2025" y un plan de biodiversidad para preservar especies autóctonas. Ofrecen sistemas de movilidad sostenible, con servicios de transporte público y carril bici, y actualmente tienen cuatro puntos de recarga para vehículos eléctricos, con planes de instalar 20 más en 2023. En los últimos tres años, han reducido su consumo de agua en más del 13% y su consumo de energía en más del 32%.