De esta forma, la compañía da un paso adelante en la búsqueda de modelos de trabajo y conciliación disruptivos y se convierte en la primera empresa de moda en España en ofrecer a sus trabajadores de las oficinas centrales (a excepción de equipos comerciales y de operaciones) la posibilidad de reducir su jornada laboral a cuatro días a la semana (de lunes a jueves), con opción de teletrabajar uno de estos días.
En una presentación organizada en las oficinas centrales de la firma, su fundador, Thomas Meyer, anunció la iniciativa y dio a conocer todos los detalles de la propuesta y el proceso de votación. Una propuesta que representa muy bien la filosofía de la marca, expresada a través de su claim: “La vida es chula”.
La propuesta tiene por objetivo incrementar la satisfacción de los empleados, así como su bienestar y salud. La implementación de esta jornada, que deberá contar con un 66% o más de votos a favor, supondrá cambios en las condiciones contractuales de los empleados que se beneficien de esta medida. En caso de aprobarse, serán un total de 502 personas las que verán reducida su jornada laboral semanal en cinco horas, pasando de las 39,5 horas semanales actuales a las 34,5.
Este nuevo formato implica también una reducción salarial asociada al ajuste de horas (un 13%). Una reducción que la compañía propone sea compartida, asumiendo por su parte un 50% de la diferencia, lo cual supone que el empleado solo percibirá una reducción de su sueldo del 6,5%.