La medida se refiere a todos aquellos productos o artículos compuestos de plástico tradicional cuya temporalidad es de “usar y tirar”. Pajitas de bebidas y cubiertos o vasos de plástico son algunos ejemplos de productos incluidos en la iniciativa.
“Estos productos contaminan los ecosistemas si no se usan o desechan de manera responsable. Desde IKEA, conscientes de la problemática y urgencia climática que afecta a nuestro tiempo, queremos aprovechar nuestra dimensión e influencia para contribuir a la eliminación del uso irresponsable de plástico y otros residuos. También queremos concienciar a los consumidores sobre sus efectos nocivos, poniendo a su disposición alternativas que les permitan tener una vida más sostenible. tanto en su experiencia en nuestras tiendas como en sus propios hogares. Todo ello es parte de nuestros esfuerzos por potenciar y facilitar la economía circular. Es, además, un camino que, ni mucho menos, termina aquí; para nosotros, es una carrera de fondo que seguiremos recorriendo en los próximos años”, afirma Arturo García, director de sostenibilidad de IKEA en España.
De este compromiso han surgido también colecciones alternativas concretas como es el caso de TALRIKA, que incluye platos, cuencos y tazones elaborados con plástico renovable PLA (a base de almidón), más sostenible que el tradicional que deriva del petróleo.
También sus bolsas de congelación han evolucionado. Ahora, las bolsas ISTAD se fabrican en un 85 % con un material renovable procedente de la caña de azúcar. Solo con este cambio, se espera ahorrar alrededor de 75.000 barriles de petróleo al año, reduciéndose también la huella de carbono de IKEA, y sin que nada de ello repercuta de forma alguna en el precio final de venta.
En este contexto, IKEA cumple con la medida de retirada de plásticos de un solo uso con un año de antelación, puesto que 2021 es el ejercicio marcado por el Parlamento Europeo como límite. Todo como paso previo a su transformación en un negocio totalmente circular para 2030. Dentro de las medidas para lograrlo, IKEA se ha propuesto que para entonces todos los plásticos utilizados en sus productos procedan de materiales renovables o reciclados.
Este hito coincide además con la llegada a tiendas a comienzos de febrero de su colección MUSSELBLOMMA, elaborada a partir de plásticos y otros residuos recogidos por pescadores españoles en las costas del Mar Mediterráneo, confeccionada en fábricas españolas y creada por la diseñadora también española Inma Bermúdez; toda una cadena de suministro y producción centralizada en nuestro país, en colaboración con la iniciativa Seaqual. La colección se venderá en España e Italia, con la previsión de que acabe llegando también al resto de países en los que tiene presencia la compañía.