Tras eliminar en 2018 las bolsas de plástico para la compra y sustituirlas por unas de rafia infinitamente reutilizables, este año ha desplegado las bolsas de malla para la sección de fruta y verdura en todas sus tiendas en España.
Se trata de una malla transparente, 100% reciclable, con una resistencia de hasta 5 kg y que se puede lavar y reutilizar infinitas veces. El objetivo de la medida es, precisamente, reducir el plástico y fomentar la reutilización. Además, con el fin de incentivar su uso, Lidl ha decidido ofrecer a sus clientes la bolsa de malla más barata del mercado (0,59 euros en un pack de dos unidades), convirtiéndola así en una alternativa real y asequible a otras opciones menos sostenibles.
En materia de plásticos, son ya varios los compromisos cumplidos por parte de la compañía. En 2018 se convirtió en el primer supermercado en eliminar las bolsas de plástico para la compra y sustituirlas por unas de rafia. Con esta medida ahorra al medio ambiente más de 1.300 toneladas de plástico cada año.
En 2019 también fue pionero en la eliminación de las bolsas de plástico de la sección de frutas y verduras, reemplazándolas por bolsas compostables y ahorrando al planeta más de 220 toneladas de plástico. En el ámbito de la fruta y la verdura, la compañía también ha sustituido el embalaje de plástico por material compostable y está aumentando las referencias a granel.
Desde finales del año pasado, ya no vende artículos de plástico de un solo uso, lo que ha supuesto una reducción de más de 65 toneladas de plástico.
En 2020 ha completado el despliegue en todas sus tiendas de la bolsa de malla para fruta y verdura como alternativa más sostenible para transportar estos productos. En paralelo, sigue trabajando en varios proyectos como el rediseño de distintos envases para reducir su gramaje y, por consiguiente, la cantidad de plástico utilizado. Como ejemplo cabe destacar el envase de la carne premium o su surtido de frutos secos.
Todas estas acciones se enmarcan dentro de REset Plastic. Se trata de una estrategia global que Lidl lleva impulsando desde hace años con el objetivo principal de reducir el uso del plástico al menos un 20% y garantizar la reciclabilidad del 100% de sus envases hasta 2025, adelantándose así en cinco años al marco normativo con el que trabaja la Unión Europea. REset Plastic es una ambiciosa hoja de ruta con la que la compañía intenta trasladar de forma transparente todos los avances y objetivos que se marca en materia de plásticos.