IKEA presta su apoyo desde el “momento cero”, sin necesidad de denuncia externa ni trámites burocráticos. Algunas de las medidas concretas son asesoramiento profesional por el servicio de trabajo social de sus tiendas, un sistema de protección privado mediante un dispositivo de seguridad a través de IKEA, flexibilidad horaria para hacer efectiva su protección, preferencia a la hora de ocupar cualquier vacante que exista en otro centro de trabajo y medidas de carácter económico cuando sea necesaria la movilidad.
Esta medida se enmarca dentro del II Plan de Igualdad que IKEA reguló en España el pasado año y que como el primero, está pensado para todos los miembros de sus equipos, es transversal y tiene el diálogo como principio. El objetivo es integrar aún más la perspectiva de género en la empresa y avanzar en la igualdad de oportunidades entre hombres y mujeres.
La meta para 2020 es reducir la brecha salarial a 0. Las mujeres ya representan el 60% de la plantilla. Asimismo, cerca del 52% de los puestos directivos en IKEA son ocupados por féminas y el comité de dirección de IKEA está integrado por un 55% de mujeres y un 45% de hombres.
El 57% de las jefas de sección son mujeres y, desde 2010, 40 mujeres fueron contratadas estando embarazadas. Además, 84 madres han disfrutado de una excedencia para el cuidado del menor tras su baja maternal, que representan el 80% del total de madres que disfrutaron de dicha baja. En la misma línea, de 2010 a 2018, 51 mujeres han sido promocionadas durante o tras su embarazo.
Para promocionar el protocolo, IKEA ha puesto en marcha una campaña especial de comunicación en el marco del Día Internacional de la Eliminación de la Violencia de Género. Con un vídeo como protagonista, en él han participado Ana Bella, fundadora de la Fundación Ana Bella; Laura Catalán, trabajadora social de IKEA; Elena López de Andrés, responsable de diversidad de IKEA en España: y una empleada de IKEA que ha vivido en primera persona este tipo de violencia.